XII
Durmiendo, girando incesantes como planetas
en sus praderas nocturnas:
un roce es suficiente para hacernos saber
que no estamos solas en el universo, aún dormidas
los fantasmas del sueño de dos mundos
cruzan sus pueblos fantasmas, casi hablándose entre sí.
Despierto al susurro de tus palabras
dichas a años luz o años sombra
como si mi propia voz hablara.
Pero tenemos voces diferentes, aún en sueños,
y nuestros cuerpos, tan parecidos, son sin embargo diferentes
y resuena el pasado a través de nuestras venas
cargado con lenguajes diferentes, sentidos diferentes,
pero cualquier crónica del mundo compartida
podría ser escrita con un sentido nuevo:
éramos dos amantes del mismo género,
éramos dos mujeres de la misma generación.
del libro "Twenty-One Love Poems"
traduccion de Diana Bellessi
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